La disfunción eréctil es el término que abarca un conjunto de problemas que tienen en común la ausencia de erección o una erección débil. Es un fenómeno muy común, que se produce principalmente en los hombres de entre 40 y 70 años de edad. La disfunción eréctil también se conoce como impotencia. Es importante saber que la impotencia no es lo mismo que la infertilidad.
Se trata de un trastorno muy delicado por el que el hombre es incapaz de lograr una erección, incluso cuando se produce una estimulación sexual; o cuando no puede mantenerla el tiempo suficiente para tener relaciones sexuales satisfactorias. La disfunción eréctil aparece con mayor frecuencia en los hombres de más de 45 años. Está relacionada con el envejecimiento natural del cuerpo humano y con las cada vez más comunes enfermedades de la vejez.
Sí, la disfunción eréctil también puede aparecer en las mujeres. Se trata principalmente de la pérdida de la libido, es decir, de la falta de voluntad de tener relaciones sexuales, o de la incapacidad de lograr la excitación necesaria para el coito. En las mujeres, estos problemas suelen estar causados por fenómenos psicológicos. Las causas son el estrés, los sentimientos de inferioridad o la ansiedad, entre otros. Sin embargo, este problema también estar causado por traumas sexuales del pasado, como abusos.
La disfunción eréctil puede tener causas diversas, que pueden ser tanto de naturaleza física como psicológica. Las causas físicas incluyen el estrechamiento de los vasos sanguíneos de los genitales, generalmente por una presión arterial alta (hipertensión), colesterol alto, diabetes, problemas hormonales, una cirugía o lesiones. Entre las causas psicológicas se incluyen la depresión o los problemas en la relación de pareja. La disfunción eréctil psicológica es en la mayoría de los casos un asunto temporal, sin embargo, es muy importante para restablecer la calidad de vida perdida. Muy a menudo las personas afectadas por la disfunción eréctil se sienten muy avergonzadas y consideran que el tratamiento de este problema es embarazoso. A pesar de ello, es muy importante que le cuentes el problema abuna persona de confianza o a un médico. En la mayoría de los casos la disfunción eréctil psicológica se soluciona tras un tratamiento especializado.
Técnicamente la erección se divide en tres tipos: reflexiva (como resultado de la estimulación física), psicógena (como resultado de las percepciones visuales o mentales) y nocturna (durante el sueño). Estos tipos de erección están relacionados con importantes sistemas y procesos físicos. La disfunción eréctil puede estar causada por una perturbación en cualquiera de estos procesos. Los sistemas y procesos físicos implicados en la erección incluyen el sistema nervioso, las venas, los músculos, las hormonas y las emociones. La disfunción eréctil causada por el estrés es uno de los problemas más comunes de este tipo. Recuerda siempre que el estrés y la salud mental pueden afectar a muchas situaciones, así como a las condiciones de su propio cuerpo.
El estrés puede producirse varios factores, tanto positivos como negativos. Cada persona tiene su propia manera de hacer frente al estrés. Los factores que se consideran causantes del estrés pueden ser diferentes para cada individuo. Si la disfunción eréctil es causada por el estrés, es la versión más ligera de estas complicaciones eréctiles. El estrés puede, en la mayoría de los casos, ser eliminado completamente.
Las relaciones sexuales son una parte natural de una vida adulta sana y plena. Por lo tanto, la falta o la ausencia total de la esfera íntima puede causar graves inconvenientes adicionales.
En muchos casos, la disfunción eréctil no puede curarse completamente, pero sus síntomas pueden reducirse o eliminarse. Para curarlo completamente, es importante diagnosticar las causas correctamente. Los medicamentos más utilizadas son aquellos que contienen el principio activo citrato de sildenafilo. Este grupo incluye, por ejemplo, Viagra, Cialis y Levitra, así como las formas genéricas de estos medicamentos. El sildenafilo asegura el ensanchamiento de las venas y, como consecuencia, se produce el aumento del flujo sanguíneo, lo que resulta en una mejor circulación de la sangre, especialmente en el área del órgano sexual. Gracias a la mejora del flujo sanguíneo, se puede lograr la erección durante la estimulación sexual.
El tratamiento de la disfunción eréctil ha avanzado considerablemente en los últimos años y cada vez más hombres se atreven a afrontarse a este problema y recuperar la calidad de su vida. Otra forma eficaz de tratar la disfunción eréctil es el uso de bombas de vacío, que favorecen el flujo de sangre en el órgano sexual y, por lo tanto, conducen a la erección. En el 90% de las disfunciones eréctiles este método de tratamiento tiene éxito. Los procedimientos psicológicos incluyen varias terapias sexuales.
Kamagra es un medicamento genérico que es idéntico al Viagra original patentado. Kamagra viene varias presentaciones, desde los clásicos comprimidos, hasta la gelatina o los comprimidos masticables. Kamagra se toma aproximadamente una hora antes de la relación sexual planificada y sus efectos duran entre 4 y 6 horas. Cada dosis contiene 100 mg del principio activo citrato de sildenafilo, que hace que los vasos sanguíneos se relajen y, por consiguiente, mejora la circulación de la sangre en los genitales. El aumento del flujo sanguíneo a los genitales es el primer paso para una mejor erección. Sin embargo, el efecto de la droga puede verse influenciado negativamente por algunos factores y, por lo tanto, debe seguir las instrucciones de uso y no consumir alcohol o alimentos grasos mientras lo toma. Con Kamagra se han observado efectos adversos nulos o escesos. Sin embargo, es bueno saber que puede suceder lo siguiente:
Si ocurriera alguno de estos efecto no deseados, deberás buscar ayuda médica.
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